viernes, 20 de abril de 2012

La comunicación interna.

Mi primera lección sobre comunicación interna, la recibí en la primera empresa donde trabajé. Y de esto hace ya muchos años, pero aún me sigue haciendo muchísima gracia.

En aquel trabajo, yo disponía de despacho propio, donde trabajaba con mi ordenador con conexión a internet. Recuerdo que en mi segundo día de trabajo, me acerqué a una compañera y le dije: "A partir de ahora, para comunicarnos, utilizaremos el email". Mi razonamiento era obvio: barato, rápido, novedoso y tecnológico. He de reconocer avergonzado que su puesto de trabajo y mi despacho estaban a una distancia de 6 ó 7 metros. Evidentemente la propuesta no prosperó, y nunca nos comunicamos por email.

Pasados los meses, un día recordando anécdotas pasadas ocurridas en la oficina, salió a colación esta anécdota que acabo de relatar. Entonces me enteré de que estuvieron dos semanas riéndose a mi costa en la oficina, por la ocurrencia que había tenido.

Recuerdo que mi compañera Marta me dijo: "¡Pero cómo no nos íbamos a partir de la risa, si aquí cuando tenemos que decir algo a alguien pegamos un grito y ya está!". (Y he de reconocer que así era).

Y es que, evidentemente, en la comunicación interna el establecimiento de canales de comunicación no siempre ayuda, y donde esté la comunicación cara a cara, que se quite todo lo demás.

Saludos,
Raúl.

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