domingo, 22 de enero de 2012

Reuniones: el truco de la carpeta.

Aprovechando que acabo de leer el artículo sobre reuniones que aparece en elmundo.es (aquí, recomiendo leer los comentarios, son mucho más interesantes que el artículo). Comentaré un truco muy bueno, que me contó un participante en un curso, y que cuento cuando doy formación sobre gestión de reuniones. Es el llamado "Truco de la Carpeta".

El Truco de la Carpeta es recomendado para:
las personas que suelen tener habitualmente reuniones
las personas que tienen reuniones de vez en cuando
las personas que tienen reuniones de "aquí te pillo, aquí te mato"
las personas que trabajan en empresas que padecen la enfermedad de la "reunionitis"
las personas que tiene jefes que les encanta reunirse
las personas que se olvidan que tienen reuniones
las personas que no tienen tiempo de prepararse las reuniones que tienen
las personas que...
Es decir, creo que es recomendable para todo el mundo.

El Truco de la Carpeta consiste, en tener siempre en un sitio accesible de tu puesto de trabajo, una carpeta con una pegatina en la portada que ponga "Reunión", con varios folios dentro. Se aconseja que varios folios unos cuantos estén escritos y otros no.

De esta forma cuando te avisen por teléfono de que llegas tarde a esa reunión que te habías olvidado que tenías, y por supuesto no te habías preparado, en la que va a estar tu jefe porque le encantan las reuniones, y que es la enésima reunión que tienes en esa semana... te levantas raudo, coges la carpeta y te vas a la reunión. De esta forma, dará la impresión de que te has preparado la reunión concienzudamente, y que has llegado tarde no porque se te haya olvidado, sino porque estabas ocupado en ciertas gestiones muy importantes.

Saludos,
Raúl.
P.D: Ojo, no olvidar el bolígrafo.

jueves, 12 de enero de 2012

Hablar en público: mi primera lección aprendida.

La experiencia es un grado. Y lo que aprendes, porque lo vives (o lo sufres en tus propias carnes), difícilmente lo olvidas. Eso fue lo que me pasó cuando rondaba los 12 años de edad.

En aquella época, en mi colegio, todos los años debíamos realizar una disertación o conferencia sobre un tema libre, delante de toda la clase. La disertación debía durar unos 15 minutos, y después había que contestar a las preguntas que te hacía el profesor, y también tus propios compañeros.


Pues bien, yo como tema para ese año, decidí hablar sobre la Teoría de la Relatividad de Einstein. Me pasé 15 minutos hablando sobre cuestiones que no comprendía, pero me sirvió para aprender varias cosas. Entre las cosas que aprendí, haré referencia a dos:

1- Nunca hables de algo que no controles. En el turno de preguntas, un compañero (malintencionado, evidentemente), me preguntó: "Entonces, según Einstein ¿es posible viajar en el tiempo?". No supe qué responder.

2- lo segundo que apredí, fue que al comenzar cualquier disertación o conferencia, es bueno empezar con un "boom" (una frase hecha, un dato sorprendente, una pregunta retórica...), para atraer la atención de los oyentes. Mi "boom" en esa disertación aún lo recuerdo porque era muy bueno: "¿quién aprende más el estudiante del maestro, o el maestro del estudiante?"? Pura relatividad.

Saludos,
Raúl.